Crónica publicada en el blog del gran equipo TRIATS.SOM:
Después de una larga
parada técnica por motivos personales, y rascando horas de donde no las hay, un
servidor intentó seguir entrenando las tres disciplinas que todo triatleta debe
de cuidar.
Upssssss, rectifico,
la cuarta disciplina (que corresponde al descanso) si que la entrené ja ja.
Al ver que: no
llegooooooooo, decidí dedicarme al running dejando la natación y bicicleta en
stand-by. “Ja vindran temps millors, ara fes el que puguis” me dije.
Y así es como decidí
inscribirme en la K-21 XTREMELAGOS de COVADONGA (http://www.xtremelagos.com/), consciente de que no estaba preparado para los
42 km en montaña.
Al llegar a Cangas de
Onís, el ambiente era increíble, se respiraba trailrunning por todos los
rincones de la localidad, los restaurantes y las sidrerías estaban repletos de
participantes y familiares.
Destacar la alegría
que sentí al encontrarme con un grupo de mallorquines inscritos en la K-42:
Tere, Ramón, Miquel Capó, y muchos puntos suspensivos que superan los 25.
El día de la prueba fue
algo muy especial:
6:30 hs de la mañana,
me levanto, reviso el material, me visto y me planto en las puertas del comedor
del hotel para desayunar.
7:30 hs de la mañana, frio
y mucha niebla, listo y de camino a la estación de autobuses que nos tiene que
trasladar al punto de salida de carrera: “el repelao”.
8:30 hs de la mañana,
tres autobuses repletos de corredores arrancan con destino a la salida. Nervios
en el ambiente, tensión, olor a “mentolado/alcanfor” por todos lados,
concentración (llevo la vestimenta de TRIATS y debo de dejar el pabellón bien
alto).
8:45 hs de la mañana,
el autobús se para de repente y recoge a dos corredores que lo esperan en una
parada. Suben al autobús ELO y SIXTO con la vestimenta de TRIATS.
En estos momentos, os
prometo que te sientes grande, a muchos km lejos de casa y suben al autobús dos
TRIATS. ¡Vaya equipazo que tenemos¡
9:00 hs de la mañana,
estamos ya en el punto de salida y vemos a nuestros compañeros de la K-42 en
plena salida. Espectacular !!!!!
9:15 hs de la mañana,
control de dorsales y mantenemos la calma y concentración ante los 21 km que
nos esperan.
9:30 hs de la mañana,
pistoletazo de salida. Tres TRIATS cruzamos el arco a la par en el punto de
salida. Muchas suerte a todos. Vamooosssssssssssss.
Consciente de mi
escasa preparación, decidí aflojar la marcha y afrontar la prueba con cabeza:
“tranquil pepet, ves tira a tira que no coneixes el camí i segur que no serà
molt bo de fer”. Así lo hice, con tranquilidad y con seguridad.
Todo iba rodado hasta
que en la “cuesta de Ereceña” sufro una aparatosa caída debido al barro, gran
humedad e irregularidad del terreno; patinazo sobre unas rocas totalmente
mojadas.
Arggggggg, intenso
golpe en costillas lado izquierdo. Como siempre, me hablo a mi mismo:
“Molt be pepet, ja la
has cagada. Pren un ibuprofeno i a seguir, que ets un TRIAT i tu acabes aquesta
prova, tan si vols com si no vols”.
Así que un servidor se
tomó el ibuprofeno y continuó, desde aquel momento una prueba en solitario, no
podía correr por el dolor, en aquel momento, si corría cada zancada era como si
me dieran un puñetazo en el costado izquierdo. Cambio de técnica y objetivo: a
caminar deprisa y entrar a meta.
La prueba la realicé en
solitario casi en su totalidad, hasta que en la zona de “Seguenco” me
adelantaron los corredores de cabeza de la K-42. Vaya bestias …
El ibuprofeno ya hacía
efecto y podía correr, así que en los rellanos y bajadas GASSSSSSSSSSS
Sorpresa la mía cuando
en plena bajada me piden paso, me decanto a un lado, me giro y resulta ser
Miquel Capó.
Nos miramos, en una
fracción de segundo me dice “uep, com va …” me da la mano y me da ánimos. Sigue
corriendo como un torpedo y yo experimento un subidón de campeonato. Este tío
es un caballero, estos detalles son los que hacen grandes, muy grandes a las
personas.
En aquel momento, me
tomé otro ibuprofeno y seguí corriendo cuesta a bajo hasta llegar a la zona de
los Uñanes. Mi mente solo me decía continuamente non-stop, non-stop. Y así
hasta encontrarme con una bifurcación: los de la K-42 seguían por un llano y a
los de la K-21, nos tocaba una rampa de esas xulas.
“Alto en es frit,
tranquil que ja és sa darrera”, el GPS del teléfono me marcaba 18 km. Esto te
lo comes con patatas me deije. Y me lo comí pero sin patatas, el cansancio se
hacía notar y aparecieron los primeros calambres. A pesar de ello seguí,
ignorando todas las señales que mi cuerpo enviaba al cerebro. Sólo me decía:
sigue, sigue, sigue …
Una vez subida la
rampa, a correr otra vez hasta meta: non stop.
A la llegada miro el
GPS del telf. y me marca más de 24 km. Con razón sufrí en esa última rampa: o
mi GPS iba mal o las distancias indicadas por la organización no eran del todo
precisas.
Cruzada la meta, me
dirigí al avituallamiento y acto seguido al servicio médico para que me
revisaran el golpe en el costado izquierdo.
Casi seguro que te has
roto la costilla, no se te puede hacer nada, esto “se cura solo”, haz reposo y
no levantes pesos. Toma ibuprofeno durante un par de días. Dirígete a tu médico
para que te hagan una placa y confirmen que no hay algo más serio. Animo.
Pues ánimo, una vez en
frío, el dolor sí que era intenso y tengo molestias, pero llevando la camiseta
de TRIATS, uno no se podía retirar ja ja.
Fotografías de la
carrera: AQUI
Ira y fuegooooooooooo